EL
LITORAL-2.004
11.000 HORAS EN LA
EDUCACIÓN FORMAL
¿15.000 HORAS
FRENTE AL TELEVISOR...?
Escribe:MARÍA DEL Carmen Villaverde
de Nessier - Santa Fe -Argentina
Ya parece no ser suficiente decodificar signos lingüísticos para
comprender la realidad. Hay una distinta percepción del mundo que lleva a una
urgente toma de decisiones en todas las políticas culturales y públicas para la mayor
optimización de los recursos con que cuenta una buena parte de la sociedad
civil, pensando y previendo, por supuesto, una entrada de TODOS a esta nueva
percepción que aún tiene muchas marginados.
Si bien el discurso de la revolución
tecnotrónica estaba ya instalado de alguna manera, en algunos sectores, en la
década del 70, sus adeptos no sospecharían jamás la magnitud con la que habrían de envolverse y atraparse las
sociedades en este nuevo milenio.
¿ Habrá que seguir encontrando y
recibiendo nuevos clientes en estos andariveles de la modernidad, sin establecer normas de
entradas, usos y salidas desde el lenguaje personal en desarrollo creciente y
válidamente estructurado?
¿Tendremos, al decir de Alejandro
Piscitelli, “una colonización del emisor
por una reinvención, tantas veces nefasta, de la tecnologización?
La Asociación para la Alfabetización Audiovisual,
con sede en Toronto, señala que poco antes de terminar la educación secundaria
un estudiante pasa 11.000 horas dentro de la Educación Formal
frente a unas 15.000 delante del televisor y 10.500 escuchando música pop con
altísimos decibeles. Agregamos que además pasa otras miles de horas con
Internet, videojuegos, acciones violentas en algunos juegos cotidianos, cine,
etc..
Frente
a todo esto es absolutamente necesario
poner énfasis en que ya no es suficiente saber decodificar signos
lingüísticos para comprender la realidad. Hay
nuevas percepciones del mundo, nuevos manejos de la palabra en la
comunicación escrita y oral que requieren nuevas decisiones, posturas y normas en políticas educativas y culturales
para una mayor optimización de las percepciones, las significaciones, los
vocabularios, las lecturas, la ética y la estética, la PALABRA SOCIAL en
plenitud para un correcto uso de la
LIBERTAD, el RESPETO, la PARTICIPACIÓN. Todo
esto sabiendo y advirtiendo que entre nosotros la marginación expresiva, por
falta del verdadero HÁBITO LECTOR, en todos los ámbitos sociales, es una realidad tangible , y el desarrollo
armónico del PENSAR de TODOS NO es
una REALIDAD, NO es una enfática preocupación de cada uno y de cada ámbito
social.
La LECTURA siempre, ante
todo, con la máxima optimización de los diversos canales existentes, en esta
particular emergencia, debe ser una propuesta dialogal, permanente y
MAXIMIZADA, sin pérdida de ningún minuto de cada día, de cada hora. LA LECTURA , HOY!!!!
MARÍA
DEL CARMEN VILLAVERDE