¿Leer en el futuro será cuestión de oídos y de vista?
¿Leeremos a
elección a través de las
computadoras los libros, capítulos, artículos periodísticos de nuestra
particular apetencia? Sí ya leemos así con sólo apretar un botón, aparecen así
en la pantalla las páginas, los esquemas, los dibujos deseados y también una
voz de mujer o varón ( a elección) nos pueden hacen gozar de los contenidos.
¿Habrá entonces, libros con soportes electrónicos en
librerías, bibliotecas, escuelas y kioscos callejeros? ¿Habrá disponibles
libros para escuchar y leer en pantallas de relojes, celulares y en las
vidrieras? Sólo será cuestión de elegir, teniendo la suerte además de ir reconociendo
los objetos y el paisaje por los aromas y olores.
De verdad, tal tipo de lectura será deslumbrante
y cada uno de nosotros tendrá la posibilidad de complicarse directamente en la
trama.
¿Serán así los
libros del futuro? ¿Leeremos
proyectando el contexto de cada página en pantallas escolares áulicas y/o
familiares, claro, para TODOS sin discriminación? ¿Reconoceremos a los
personajes por las modulaciones de sus respectivos tonos de voz? ¿Habremos
aprendido a comprender los textos interpretando esas modulaciones en un abrir y
cerrar de ojos?
¡Atención!, en
todos estos casos, seguramente, también habrá que recurrir al libro escrito, al
texto MADRE, al autor y a sus otras creaciones literarias para interesarnos
más, para comprender mejor.
Los sistemas
tecnológicos informáticos por ser electro-dependientes podrán interrumpir esas
lecturas tecnificadas ante la ausencia o carencia de energía, pero el LIBRO
seguirá allí.
Porque la
lectura puramente electrónica puede llegar a ser un elemento de exclusión, de
marginación social y cultural, pero el
libro, ese que tenemos en nuestras manos, el de leer en cualquier sitio, el de
llevarse en el bolso o el bolsillo, tendrá siempre mayor posibilidad de abrirse
a todos y a todos los niveles, y estará siempre allí creando espacios para que la gente pueda, de
cualquier modo y con muy pocos elementos externos, leer, recrearse, imaginar y
escribir.
El libro
escrito, el de ayer, el de hoy y el de siempre seguirá proponiendo la textura
de la vida, la sobre vivencia espiritual, la expresividad humana, el vuelo
libre del pensamiento en busca de la
Verdad.
María del
Carmen Villaverde de Nessier, Presidente de ASL
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